Calentar la leche en una olla a fuego bajo. Batir la leche con un batidor de varillas para crear espuma.
Verter el café expresso recién pasado, dividiéndolo en 4 tazas. Verter la leche cuidadosamente en las tazas atajando la espuma con una cuchara para que no caiga. Colocar la espuma con la cuchara en cada taza.
Rociarle un poquito de canela encima.