Cortar los ajíes por mitad, longitudinalmente, retirar las semillas y las venas. Colocarlos en una olla y cubrirlos con agua fría.
Llevarlos a hervir hasta que sea posible pelarlos sin dificultad. Cortarlos en tiras delgadas. Si los ajíes fuesen muy largos, cortarlos por mitad. Procurar que todos tengan el mismo ancho y largo.
Una vez que estén pelados colocarlos en una fuente y macerarlos con una mezcla de ajo, limón, sal, pimienta y aceite. Mezclar todo bien, Tapar la fuente con film plástico y refrigerar.
Es mejor prepararlo la víspera. Se puede guardar varios días en refrigeración.
Receta del Libro Mis Recetas Preferidas de Ana María de Bellatin