Macerar el conejo durante 12 horas en vinagre sazonado con sal, pimienta, comino y 2 hojas de laurel.
Pasadas las 12 horas, retirar del líquido de maceración y secar bien.
Calentar el aceite con la mantequilla y agregar la cebolla junto con el ají colorado. Rehogar unos minutos, agregar los trozos de conejo y freír hasta que estén dorados.
Agregar aproximadamente 2 a 3 tazas de agua o caldo y el maní tostado y dejar cocinar.