Cocinar las alcachofas en agua que las cubra. Reservar el agua de cocción y colarla. Medir en tazas el caldo colado y agregar agua, sólo si fuera necesario, hasta completar 7 tazas.
Retirar la comida de las hojas y cortar los fondos de alcachofa en 4.
Derretir la mantequilla o margarina en una olla y agregar la harina moviendo, durante 1 ó 2 minutos hasta que se cocine. Agregar gradualmente parte del caldo de cocción de las alcachofas y después la leche. Seguir moviendo y llevar a hervir hasta formar una salsa blanca mediana. Sazonarla con sal, pimienta y retirarla del fuego.
Agregar las alcachofas y el cubito de caldo a la salsa. Agregar el resto de caldo de cocción.
Licuar todo por partes. Si estuviese muy espeso, agregarle hasta 1 taza de agua.
Llevar al fuego y dejar que hierva. Bajar a fuego lento y cocinar por unos minutos. Incorporarle el queso parmesano y el aceite de oliva. Mezclar y rectificar la sazón.