Masa: Batir ligeramente con un tenedor, las yemas con las claras, hasta que estén espesas y blanquecinas. Agregar poco a poco la harina hasta que forme una masa blanda que no se pegue a las manos. Añadir el aguardiente y el cremor tártaro sobando la masa para que se una. Frotarla sobre un mármol para unir bien la masa, que quede totalmente pareja y que se pueda estirar sin que se pegue al amasador. Si es necesario agregar un poco más de harina. La cantidad de harina a utilizar depende del tamaño de las yemas. No agregar más de lo necesario porque endurece la masa.
Extender la masa con un rodillo lo más delgada posible. Cortar con cortador de galletas, círculos de tamaño apropiado para forrar moldes de canastitas con borde ondulado (tartaletas). Una vez forrados presionar bien al fondo y a los lados para que la masa esté bien pegada y forme la ondulación. Pinchar con un tenedor el fondo y los lados para que la masa no se infle al hornearla.
Unir y estirar bien las sobras de la masa, hasta que quede lo más delgado posible. Cortar tiras con una rueda ondulada de ancho y largo apropiado, como para formar las asas de las canastitas y pinchar una o dos veces a lo largo. Que el número de las asas sea mayor que el de las canastitas ya que algunas pueden quemarse o dorarse mucho. Colocarlas en forma lateral y redondeada, uniendo con clara los dos extremos para formar las asas para las canastitas. Podemos decir que quedan como la forma de una gota de agua con la parte más ancha hacia arriba y la parte pegada hacia abajo. Colocarlas con cuidado, en una lata manteniéndoles la forma y hornearlas a 350ºF (180ºC) unos minutos. Esta masa tanto en las canastitas como en las asas se cocinan en pocos minutos.
Relleno y adorno: Mezclar según el gusto, el manjar blanco con las nueces ya molidas. Agregar un poco de leche evaporada para que no quede demasiado seco o espeso, pero tampoco suelto que vaya a chorrear al comer la canastita.
Una vez retiradas del horno y frías, se rellenan las canastitas.
Emparejar bien el borde superior y que no esté demasiado llenas. Con un cuchillo, poner una capa de crema chantilly blanca, bien nivelada. Colocar al centro mismo una asita y adornar alrededor con cuatro o cinco florcitas de crema rosada.