Cernir la harina con el polvo de hornear en un recipiente. Llevar a hervir las 2 ½ tazas de agua en una olla con la sal y el azúcar, moviendo constantemente hasta que se hayan disuelto. Retirar del fuego y agregar la harina y el polvo de hornear cernido. Batir la mezcla hasta que esté suave.
Agregar las yemas, una por una, batiendo hasta que la mezcla esté suave y con brillo. Dejar enfriar.
Calentar aceite (5 cm/ 2 pulgadas de profundidad) en una sartén hasta 375º F (190ºC) o hasta que al echar un trozo de pan al aceite, éste flota y se dora en 1 minuto.
Colocar la masa dentro de una churrera o de una manga de decoración con una boquilla de estrella. Presionar la manga sobre la sartén, dejando caer 4 a 5 churros de 8 a 10 cm. Freír por aproximadamente 3 a 4 minutos hasta que estén bien dorados. Retirar los churros y escurrirlos en papel absorbente. Repetir el procedimiento con el resto de la masa.
Acomodarlos en una fuente redonda y espolvorearles azúcar en polvo.