½ taza de crema de leche, batida como para chantilly
Preparación:
Crema Pastelera:
Verter la leche en una olla y llevar al fuego moderado con la vainilla.
Aparte mezclar la harina con el azúcar. Incorporar las yemas y batir hasta que la mezcla esté suave.
Retirar la leche del fuego, una vez caliente, y agregarla gradualmente a la mezcla anterior, moviendo con una cuchara de madera hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
Regresar a olla y llevar al fuego en baño maría, moviendo constantemente hasta que la crema espese y cubra la cuchara. Enfriar.
Soufflé: Preparar un molde redondo que pueda ir a la mesa de 15 cm (6 pulgadas) de alto. Cortar una tira de papel aluminio o manteca del largo de la circunferencia del molde y de 8 a 10 cm (4 pulgadas) de ancho. Colocar la tira del papel alrededor de la parte exterior del molde y asegurarla con hilo grueso. Debe sobresalir, como una pestaña, unos 5 cm (2 pulgadas) por encima del borde del molde.
Colocar las fresas en un colador y presionarlas con una cuchara para que pase la pulpa de la fruta. Descartar las semillas.
Batir las claras hasta que estén espumosas y agregarle, gradualmente, el azúcar, batiendo bien después de cada adición.
Aparte colocar la crema pastelera, ya fría, en un recipiente grande y agregarle la crema chantilly en forma envolvente. Agregar la pulpa de fruta y mezclar bien. Incorporar luego, con una espátula, las claras batidas en forma envolvente.
Verter toda la crema en el molde preparado y llevar al congelador durante 5 horas.
Pasar el soufflé a la refrigeradora 3 horas antes de servir.
Retirar el papel aluminio. Decorar con fresas y hojitas de menta.