Batir la mantequilla con ¼ de taza de azúcar blanca y el azúcar rubia hasta mezclar bien.
Agregar el huevo y la vainilla y continuar batiendo hasta lograr una mezcla suave y de color pálido. Bajar la velocidad y agregar los ingredientes cernidos. Dividir la masa en 3 partes y darles la forma de 3 rollos de 15 cm de largo. Envolverlos en plástico y refrigerar hasta que estén duros.
Mezclar el azúcar restante (½ taza) con la canela y esparcirla en una tabla o superficie plana. Retirar los rollos del refrigerador y sacarles el plástico. Reservar el plástico.
Pasar los rollos por el azúcar con canela hasta que queden bien cubiertos. Volver a envolver en el plástico y refrigerar o congelar hasta que estén duros.
Retirar del frío y cortar en tajadas de ½ cm. Acomodar las galletas en placas para horno dejando 2 cm de separación entre galletas.
Llevar al horno precalentado a 180°C (350ºF) durante 18 a 20 minutos o hasta que queden ligeramente doradas.
Retirar del horno y enfriar las galletas en rejillas. Servir.