Remojar las almendras en agua durante 8 horas.
Desechar el agua y licuar las almendras enteras con 3 tazas de agua fría, de preferencia hervida o filtrada. Licuar a la velocidad máxima por 2 minutos y luego 2 minutos más, variando las velocidades.
Colar sobre un colador en el que se colocará una tela para evitar que pasen los restos sólidos.
Guardar la leche colada en el refrigerador por no más de 4 dias.
Los restos sólidos de las almendras, que son pura fibra, sirven para preparar, combinar y/o espesar diferentes comidas, bizcochos, galletas etc.
La leche de almendras es una gran alternativa a la leche normal, y es un componente saludable para cualquier receta. Las almendras no contienen lactosa, son bajas en carbohidratos, y promueven el balance del colesterol.