Colocar en el vaso de la licuadora la pulpa de mango y agregar la leche condensada, el hielo y el jugo de limón; hay que agregarlo en ese orden.
Licuar todo hasta que el hielo esté molido, como raspadilla. Es mejor servirlo al momento.
En caso de que quede algo del batido, verterlo en un envase plástico y mantenerlo refrigerado para consumirlo luego en el mismo día.