Mezclar la harina, la mantequilla, la margarina y la sal con la ayuda de un cortapastas o en el procesador de alimentos. Agregar luego el agua helada y mezclar. Manipular la masa lo menos posible para que no se caliente. Juntar con la mano en forma de bola y refrigerar por 20 minutos o más.
Precalentar el horno a 425 F (225ºC).
Acomodar la pasta con la mano, en forma pareja, en el fondo y los costados de un molde desarmable o en molde para tarta de 19 cm (7 ½ pulgadas). Pinchar la masa con un tenedor en varios lugares.
Colocar encima de la pasta un papel mantequilla o platina para echar encima algún tipo de peso que puede ser alguna menestra.
Llevar al horno precalentado por 10 minutos aproximadamente. Retirar el papel y el peso. Regresar al horno nuevamente por 5 minutos hasta que la pasta esté ligeramente dorada. Retirar y entibiar.
Pincelar toda la pasta con clara de huevo y llevar al horno nuevamente por 2 minutos. Este procedimiento ayuda para que al echar el relleno, no se remoje la base.
Rellenar con lo que se desee.