Frotar los filetes de pescado con el ajo y colocarlos en una fuente de preferencia de vidrio. Cubrir los filetes con el aceite de oliva. Colocar la cebolla encima del pescado. Cubrir el pescado y refrigerar. Dejar macerar toda la noche.
Precalentar el horno a 350ºF (180ºC). Retirar el pescado del refrigerador y pasarlo a un molde o fuente de horno refractaria junto con el aceite, el ajo y la cebolla.
Espolvorear con sal y pimienta. Llevar al horno y cocinar hasta que el pescado esté cocido.
Retirar del horno y servir con ensalada o puré.