En este mes de mayo en que conmemoramos el día de la madre, no podíamos dejar pasar la ocasión de hablar de ellas y todo lo que les puede hacer bien en la vida. Y, como lo que quisiéramos es que nuestra madre viviera por siempre, vamos a dar unos consejos sobre la alimentación que, sin ser el elixir de la eterna juventud, sí puede hacer
que nuestras madres, y todos los seres queridos, se mantengan más sanas, lozanas y esbeltas.
Y este capítulo no es otro que la alimentación antiaging o antienvejecimiento. Dentro de los grandes avances en nutrición en el siglo XXI está el descubrimiento de los Antioxidantes.
Estas moléculas, presentes en muchos de los alimentos que consumimos diariamente, tienen la asombrosa particularidad de frenar el envejecimiento de las células del organismo y hacer que su muerte programada no se acelere, como consecuencia de las agresiones ambientales a nuestro cuerpo.
Durante toda la vida, nuestro cuerpo está sometido a numerosos factores del ambiente y nuestro estilo de vida, que van agrediendo nuestro cuerpo y nuestros tejidos, degradándolos y acelerando su deterioro y muerte. Dentro de estos enemigos se encuentra el estrés, tan presente en nuestras vidas e inevitable en la sociedad moderna. También está la contaminación ambiental, el hábito del tabaco y el alcohol en exceso, algunos aditivos alimentarios, los pesticidas en las frutas y verduras, la falta de sueño, la exposición prolongada a los rayos del sol, las grasas saturadas de algunas comidas, etc.
Como veis la lista es larga, y todos estos factores agresores tienen la particularidad de generar en nuestro cuerpo unas moléculas muy perjudiciales, que son los llamados Radicales Libres. Estos radicales libres tienen la funesta particularidad de agredir los tejidos de diferentes partes del cuerpo. Así son responsables de dañar los vasos sanguíneos y el corazón, de tal manera que, con la agresión repetida a lo largo de los años, pueden contribuir a la aparición de infartos y derrames cerebrales. También pueden dañar estos enemigos silenciosos nuestro páncreas, contribuyendo a la aparición de una Diabetes; nuestras articulaciones, fomentando la génesis de artritis y artrosis; nuestras neuronas, involucrándose en el origen de la Enfermedad de Alzheimer y Parkinson, etc. Pero también estos radicales libres pueden llegar a dañar y modificar el material genético de nuestras células de tal manera que desencadenan la aparición de un cáncer. Y, debido a esta alteración en nuestros genes, pueden acelerar la muerte antes de tiempo de dichas células, de tal manera que los tejidos envejecen más rápido y mueren antes de lo previsto. Ocasionan realmente un envejecimiento prematuro.
Pues bien, el verdadero antídoto frente a esta maldad se encuentra en los Antioxidantes. Dichos aliados son capaces de neutralizar estos radicales libres y combatir la agresión. Con lo cual se convierten en auténticos salvadores del deterioro. Son capaces de frenar el envejecimiento prematuro y protegen nuestros vasos sanguíneos, nuestras neuronas, nuestra piel y todos los órganos del cuerpo. Previenen la aparición de enfermedades y detienen la muerte acelerada de nuestras células. Y dicha bendición, ya se sabe que se encuentran en determinados alimentos muy presentes. Dentro de estos se encuentran los pescados de carne oscura o rosada. Y en el que más presentes están es el Salmón, pero también el atún, la caballa, el jurel, el pejerrey, el pez espada, etc. También están en las verduras verdes, sobre todo la espinaca, las acelgas, la albahaca, vainitas, brócoli y espárragos. Lo contienen también innumerables frutas, pero sobre todo las rojas tipo fresas, frambuesas, cramberries, moras y uvas. Y que decir de los frutos secos. Todos los contienen pero sobre todo están presentes en las nueces, almendras y pecanas, guindones y pasas.
El yogurt, si es descremado también tiene una buena proporción, así como los aceites beneficiosos tipo el de oliva extravirgen, el de soya, canola y sacha inchi. Y, continuando la lista sigue el tomate, el ajo y la cebolla, la soya en todas sus formas, la naranja y todos los cítricos, la manzana, sobre todo verde, el zapallo y zapallito. Por ende, al estar presente en la uva lo está en el vino, sobre todo el tinto. La avena es otro gran alimento antioxidante así como el plátano. Y que decir del té, sobre todo el verde, el café y el cacao.
En todos ellos están presentes los famosos Ácidos Omega 3 y 6, con gran poder antioxidante; las Riboflavonas e Isoflavonas; los Carotenos y el Licopeno; las vitaminas A , C y E , etc. Todos estos potentes antioxidantes de la naturaleza.
Así, lo que tenemos que hacer para que nuestras madres y toda la familia se conserve más sano y más joven por dentro y por fuera, es integrar estos alimentos en nuestro hábito diario de comida y que estén muy presentes, así como evitar los hábitos nocivos para la salud como el tabaco, el estrés, las grasas saturadas, y tantos otros.
Así tendremos mamá por siempre.
Por el Dr. Domingo Carrera Morán |