|
|
El ajonjoli ¡Tan antiguo y tan actual! |
|
|
|
En Egipto, en la tumba del faraón Ramsés III, (s. XIII A.C.), se han encontrado consejos sobre el uso del ajonjolí en la cocina. En la antigua Grecia también era conocido y apreciado. Desde entonces muchas culturas han valorado esta pequeña semilla, llegando así hasta nuestros días. Las semillas de sésamo o ajonjolí son pequeñas, chatas y de forma ovalada, con un ligero sabor a nuez. Contienen gran cantidad de aceite comestible. Las semillas tienen distintos colores: desde el blanco y el amarillo hasta el rojo y el negro, dependiendo de la variedad.
Uso comestible del ajonjolí
El ajonjolí tiene usos muy versátiles. Se añade al pan; unas veces por encima y otras veces mezclado con la masa o en la preparación de galletas. También se puede añadir a las ensaladas y a platos calientes. El aceite de ajonjolí también aporta un sabor especial a cualquier preparación. En el Perú se utiliza para dar un toque especial a los platos de la cocina chifa (cocina china). El ajonjolí es muy apreciado en la gastronomía del Medio Oriente: procesado y molido se emplea en preparaciones dulces, como el halvá, y en la preparación de tahini y humus. En Japón se elabora el goma-dofu, un plato elaborado en base a pasta de ajonjolí. En Grecia se mezclan semillas de ajonjolí con miel para preparar Pasteli.
Propiedades
El ajonjolí regula el colesterol, previene la hipertensión y las semillas son buenas para la humectación de la piel. También son ricas en proteínas, calcio y vitamina B y una gran fuente magnesio, fósforo, hierro, zinc, entre otros. |
|
|
|
|