Limpiar los champiñones con escobilla suave o frotar con papel absorbente seco, no con agua. Cortar por mitad o en cuatro, según el tamaño.
Mezclar el vinagre balsámico con el azúcar y 2 cucharadas de agua en un recipiente pequeño.
Colocar el recipiente cerca de la cocina. Calentar 2 cucharadas de la mantequilla y el aceite de oliva en una olla a fuego medio. Cuando se derrita la mantequilla agregar los champiñones con sal y mover inmediatamente con una cuchara de madera hasta que los champiñones se cubran con la grasa. Dejar de mover y permitir que los champiñones se cocinen, durante 2 – 3 minutos. Mezclar nuevamente una vez y dejar que los champiñones continúen su cocción a fuego medio, moviendo de vez en cuando hasta que éstos se arruguen ligeramente y desarrollen un color marrón anaranjado (aproximadamente 7 minutos más). Bajar el fuego y agregar el ajo y la mantequilla restante.
Cocinar hasta que la mantequilla se derrita. Agregar la mezcla del vinagre balsámico y mezclar.
Cocinar, moviendo, hasta que el líquido se reduzca y se vuelva un glaseado que cubre los champiñones (20 segundos). Sazonar con sal y pimienta.
Verter los champiñones en una fuente de servir raspando bien todos los jugos. Servir tibio.
Sirve para acompañar carnes o pescados.