En un recipiente, disolver la levadura en ½ taza de agua tibia y agregar un poquito de azúcar y un poco de harina. Dejar fermentar en un lugar abrigado.
Colocar la harina en la mesa, formar una fontana y agregar en el medio la levadura, el azúcar, la grasa, la canela, la vainilla y los huevos. Mezclar todos los ingredientes y añadir la leche poco a poco, para controlar la cantidad de líquido necesaria de acuerdo con la absorción que tenga la harina que se está usando.
Amasar estirando la masa con una mano a un lado y con la otra al lado opuesto. Formar una bola y seguir amasando durante unos 15 minutos.
Formar con la masa una bola lisa y pasarla a un cuenco ligeramente aceitado. Taparla con un lienzo húmedo para que no se seque. Dejar reposar la masa en un lugar cálido hasta que doble su tamaño.
Dividir la masa en trozos y darles a éstos la forma de muñeca (güagüa), colocándolos sobre una placa de hornear engrasada y enharinada. Poner las güagüas bien separadas con el fin de que tengan el espacio suficiente para doblar su tamaño.
Dejar en un lugar cálido durante 45 minutos, para que leve la masa.
Colocar la carita a cada güagüa. Pintar la superficie de la masa con una mezcla de yema con leche.
Hornear a temperatura bien caliente 250°C (450°F) hasta que la masa esté dorada; luego reducir la temperatura a 180°C (350°F) y hornear durante 15 minutos más.
Retirar del horno y dejar enfriar las güagüas sobre una rejilla.
Receta del libro de Cocinas Regionales del Sur del Perú, de Rosario Olivas Weston
Publicado por la Escuela Profesional de Turismo y Hotelería de la
Universidad San Martín de Porres